Para vivir plenamente, debemos aprender a escuchar lo que dice nuestro cuerpo.
Todos creamos nuestras experiencias a través de los pensamientos que decidimos hacer nuestros y a través de estos surgen los sentimientos que nos llevan a las acciones y de ahí a los resultados. Solo que muchas veces, al negarnos a que esto es así de simple como te lo digo, negamos nuestro poder culpando a otros de nuestras frustraciones. De hecho nuestra vida no es más que un reflejo de nuestro estado mental: si en nuestra mente hay paz, armonía y equilibrio, entonces nuestras vidas pueden solamente ser armoniosas, pacíficas y equilibradas. Y si tenemos pensamientos negativos ya sabemos qué es lo que pasa.
Existen numerosas investigaciones que avalan, además, el poder de las emociones sobre nuestro cuerpo. Seguramente te hayas escuchado a ti mismo decir expresiones como “tengo un miedo que te cagas”, “se me pone un nudo en el estómago” o “el corazón me va a mil por hora” para expresar una determinada emoción.
El hecho de que no sepamos identificar nuestras emociones y por tanto, expresarlas y gestionarlas, puede provocar que éstas se manifiesten a través de nuestro cuerpo.
¿Qué relación se establece entre el cuerpo y las emociones? ¿Qué sucede en nuestro cuerpo cuando no somos capaces de identificar lo que sentimos? La emoción está ahí, la bloqueamos, pero el cuerpo, a través de las somatizaciones y de las enfermedades, nos está diciendo que algo no está bien.
Al observar y escudriñar en nuestro mundo interior veremos que muchas veces en las creencias que nos incapacitan para sentir y para mostrar lo que sentimos, averiguaremos la posible relación entre el cuerpo y las emociones, como el cuerpo habla lo que a veces la boca calla..
El cuerpo el gran sabio
Nuestro cuerpo es sabio y habla, por eso hay que aprender a escuchar qué es lo que nos quiere decir, para, desde ahí, ir a la situación que nos genera malestar sanarla y vivir sin hacernos tanto daño. Muchas veces el cuerpo grita lo que la boca calla, y entonces la cosa estalla en situaciones nada agradables. Afortunadamente, cantidad de tendencias y hasta estudios médicos han confirmado que podemos prevenir o bien, sanar, si identificación la situación que ocurrió en el paso o los sentimientos que cargamos y que no nos permiten avanzar.
De acuerdo a la parte del cuerpo donde se presenta el signo, habrá una explicación emocional para el mismo. Te explico lo que, quienes han estudiado el tema por años, afirman, ya que estoy convencido de que te vas a identificar con alguna de las causas:
¿Cómo se origina la enfermedad psicosomática?
Para comprender el origen de las enfermedades psicosomáticas es necesario entender el mecanismo de somatización que se encuentra en su base. La somatización es la tendencia a expresar los problemas emocionales a través de síntomas físicos, lo cual no es extraño, ya que el cerebro y el cuerpo mantienen una comunicación constante. Cada segundo el cerebro envía innumerables señales e instrucciones al cuerpo, mientras el cuerpo devuelve la misma cantidad de señales.
Donde mejor se puede apreciar este mecanismo es en los trastornos de conversión, en los cuales el dolor y la angustia por un trauma emocional provocan parálisis, ceguera o incapacidad para hablar. No obstante, la somatización también se puede expresar a través de síntomas menos llamativos, como náuseas, dolor de cabeza, tensión muscular, dolor de espalda o palpitaciones.
El estrés, la ansiedad, la angustia y el miedo son estados emocionales muy intensos que desencadenan numerosas respuestas a nivel corporal, desde un aumento del cortisol hasta procesos inflamatorios. Si estos estados se mantienen a lo largo del tiempo y no logras gestionarlos adecuadamente, su efecto acumulativo terminará reflejándose a través de síntomas físicos.
Por supuesto, todos, de una u otra forma, somatizamos nuestras experiencias emocionales. Por ejemplo, cuando nos ocurre algo desagradable decimos que tenemos “un nudo en el estómago” y cuando hemos tenido un día estresante decimos que estamos “tensos”. Sin embargo, existen personas que son más vulnerables a que esa somatización se convierta en una enfermedad psicosomática:
«EL CUERPO GRITA …LO QUE LA BOCA CALLA»
«La enfermedad es un conflicto entre la personalidad y el alma».
Bach.
Muchas veces…El resfrío «chorrea» cuando el cuerpo no llora.
El dolor de garganta «tapona» cuando no es posible comunicar las
aflicciones.
El estómago arde cuando las rabias no consiguen salir.
La diabetes invade cuando la soledad duele.
El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta.
El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan.
El corazón afloja cuando el sentido de la vida parece terminar.
La alergia aparece cuando el perfeccionismo está intolerable.
Las uñas se quiebran cuando las defensas están amenazadas.
El pecho aprieta cuando el orgullo esclaviza.
La presión sube cuando el miedo aprisiona.
Las neurosis paralizan cuando el niño interior tiraniza.
La fiebre calienta cuando las defensas explotan las fronteras de la
inmunidad.
Las rodillas duelen cuando tu orgullo no se doblega.
El cáncer mata cuando te cansas de «vivir».
Y tus dolores callados? Cómo hablan en tu cuerpo?
La Enfermedad…te avisa que REVISES el camino!!!
1 comentario en «Cuando el cuerpo expresa lo que en nuestra mente callamos»
Muy buen aporte, muy recomendable! Un cordial saludo.